Durante mucho tiempo ha ido creciendo el tabú acerca del sexo oral y del semen. Muchas mujeres pueden tragarse el semen y disfrutarlo en gran manera, mientras para otras continúa siendo algo muy desagradable. La realidad de las cosas es que, por gusto o no, tragar el semen trae grandes beneficios a la salud femenina. Esto es porque el semen contiene gran cantidad de nutrientes y elementos que son benéficos para la mujer cuando se ingiere. A continuación te presentamos los beneficios de tragar semen:
- Cabello más fuerte y sano: Los nutrientes que contiene el semen hace que el cabello sea más brillante, sedoso y sano. Aplicarlo sobre la cabeza también es una alternativa válida, aunque lo que realmente ha sido comprobado es cuando se ingiere.
- Reduce el riesgo de cáncer: Diversos estudios que se han realizado han comprobado que el contenido de selenio que tiene el semen previene hasta un 40% del riesgo de cáncer.
- Regula la ovulación: La gran cantidad de hormonas que contiene ayudan a regular el periodo menstrual, por lo que, si eres irregular, ya tienes una opción para convertirte en regular. Además, esta cantidad de hormonas también son benéficas si quieres embarazarte.
- Piel más hidratada: Desde muchas décadas atrás, el semen se ha utilizado en diversos productos cosméticos para hidratar la piel, las personas expertas también recomiendan aplicarlo directamente sobre la piel para recibir mayores beneficios.
- Reduce náuseas durante el embarazo: Es justo lo que una mujer necesita durante este periodo en el que todo te provoca náuseas, así que nunca dejes de tener sexo con tu pareja.
- Suplemento alimenticio: Con solo tragar semen podrás obtener calcio, potasio, magnesio, zinc, vitamina B12 y C, así como aminoácidos, fructuosa, minerales, glucosa y proteínas. ¿Necesitas algo más?
- Produce felicidad: Sin duda alguna, es un antidepresivo natural ya que ayuda a liberar oxitocina y serotonina, mismas que están relacionadas con la felicidad.
No obstante, es importante recordar que antes de tener sexo sin protección debes estar completamente segura de que tu pareja no posee ninguna enfermedad de transmisión sexual. ¡No te expongas!
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